Louis despertó luego de pasar una
maravillosa noche junto a Marta, su novia, llevaban 4 meses juntos y hoy se
cumplían los 5 meses. Hace cinco meses atrás, en una hermosa cita, él le pidió
que fuera su novia, una pequeña cadena con sus iniciales simbolizaba su amor,
él tenía una igual. “Mientras me ames, quiero que conserves esta
cadena, simboliza nuestro amor, nuestra unión, yo tengo una igual y la llevaré
en mi pecho mientras mi corazón lata por ti. El día que me la devuelvas sabré
que ya no me quieres más en tu vida y simplemente desapareceré de ella, sea por
lo que sea quiero que sepas que desde el momento en que vi
tus despampanantes ojos supe que quería que fueras mía y yo ser
absolutamente tuyo. No me opondré a tu decisión, solo espero que nunca me
olvides y que sepas que pase lo que pase siempre te amaré” esas
fueron las palabras de Louis al entregarle su símbolo de amor, Marta, con
lágrimas en los ojos lo abrazó y prometió que estaría siempre a su lado,
sellaron ese hermoso momento con un beso, sentados sobre una manta de cuadros
la cual estaba en un hermoso parque, alejado de la gente Nunca imaginaron
encontrar al amor de sus vidas ahí, en Londres y le agradecían al destino por
haberlos juntado.
Ahora se encontraban ambos en la
misma cama, Louis despierto recordando los bellos momentos que habían pasado
juntos, y aquellas pequeñas discusiones que tenían por cosas insignificantes,
lo único bueno de ellas era la reconciliación, Marta que dormía en sus brazos,
sonreía entre sueños, Louis disfrutaba verla dormir tranquilamente, admiraba su
belleza, no podía creer la hermosa mujer que tenía a su lado.
Lentamente Marta abrió los ojos,
lo primero que vio fue a su amado observándola, soltó una pequeña carcajada y
lo besó.
-Buenos días dormilona-
-Buenos días Lou. ¿Desde hace
cuánto rato me observas?
-No desde hace mucho, unos minutos
atrás… Felices 5 meses hermosa novia -le dio un tierno beso en la nariz-
-Felices 5 meses amor, tengo algo
especial planeado para hoy
-¿Qué planeas hermosa? -preguntó
curioso Louis-
-¿Qué te parece un paseo en esquís
acuáticos?-Le sonrió-
-Pero ninguno de los dos sabe
manejar una lancha para poder esquiar-Arrugó la nariz-
-Alguien irá con nosotros y
manejará la lancha-Respondió ella-
-¿No se te escapa ningún detalle
verdad?-Dijo él-
-No haha, que tal si preparas un
rico desayuno para después irnos -ella lo abrazó y besó su mejilla-
-No podría negarme, pero me tienes
que ayudar-Propuso-
Ambos se pusieron sus batas y se
levantaron a hacer el desayuno, entre besos y juegos terminaron de hacer todo y
lo pusieron en una bandeja, volvieron a la cama y desayunaron acostados, Marta
estaba atenta al reloj para que no se retrasen y pierdan su turno en los
esquís. Después de desayunar tomaron una ducha juntos y se alistaron. Louis condujo
y en pocos minutos llegaron a un lago en donde harían esquí acuático.
Al llegar les dieron instrucciones
y medidas de seguridad que debían saber antes de empezar. Luego le presentaron
al conductor de la lancha y ya estaban listos para empezar. Comenzaría Marta,
era la más entusiasmada con esto, Louis la fotografiaba mientras ella
disfrutaba el aire haciendo flamear su cabello y la adrenalina que recorría su
cuerpo por la velocidad de la lancha. Louis estaba algo nervioso, la lancha
solo aumentaba de velocidad.
-¿No puede bajar un poco la
velocidad? -le preguntó Louis al conductor-
-Como usted quiera -respondió
amablemente y se disponía a andar más lento, pero la lancha no le respondía y
seguía aumentando la velocidad-
-Por favor, no quiero que algo malo
pase, baje la velocidad -nervioso Louis volvió a pedir que bajaran la velocidad-
-Eso trato pero la lancha no
responde, solo aumenta y aumenta la velocidad -desesperado le respondió el
conductor-
Al aumentar la velocidad lo único
que podían hacer era dar vueltas en círculos, pero hubo un momento en que
perdió el control y la lancha siguió derecho hasta la orilla, chocaron
con las otras lanchas que estaban estacionadas. El choque de las lanchas y el
grito desesperado de Marta fue lo último que se escuchó, antes de que empezaran
el cuchicheo de las demás personas y luego el sonido de la
ambulancia. El conductor recibió un par de golpes, nada grave, aún así lo
llevaron al hospital, se había roto un brazo, Louis se golpeó fuertemente la
cabeza quedando inconsciente, pero Marta fue la que recibió la peor parte,
había sangre a todo su alrededor, todos los espectadores de aquel
accidente aseguraban que la chica no sobreviviría.
___________________________________________________________________
Sala en la
que se encontraba Louis
Louis lentamente abrió sus ojos, asustado miró a su alrededor, no era su cuarto, paredes blancas lo rodeaban, estaba sobre una camilla. Recordó lo sucedido, la lancha, el choque, lo último que recuerda fue escucharte gritar y que luego todo se volvió negro.
-¡Marta! -Se sentó de golpe
haciendo que la cabeza le retumbara, puso sus manos sobre esta y sintió que una
venda lo rodeaba, un doctor que pasaba cerca escuchó su grito y entró a su
habitación.
-Veo que ya despertó señor
Tomlinson -dijo el doctor-
-¿¡Dónde está Marta!? Necesito
saber qué pasó con ella-Dijo alterado Louis-
-La señorita Marta… hicimos lo que
pudimos -dijo el doctor pero fue interrumpido por Louis-
-¿Hicieron lo que pudieron?, eso
significa que… ella… -sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas-
-Sí, lamentablemente ella falleció-Respondió
el doctor-
Esas palabras despedazaron su
corazón, sentía que su mundo se derrumbaba, la había perdido para siempre, no
había forma de que ella volviera, había perdido sus sonrisas, sus besos, sus
caricias. Él siempre pensó en un futuro junto a ella y todo lo que él había
soñado ahora estaba perdido. No había vuelta atrás.
____________________________________________________________________
Día del velorio y funeral de Marta.
Louis seguía sin creerlo, hace
poco estaba disfrutando sus 5 meses con ella y ahora ella no estaba, buscó
su esmoquin negro y se miró al espejo, tenía un aspecto horrible, sus ojos
hinchados, su piel parecía no tener color. Estaba deprimido. Llegó al lugar en
donde velaban los restos de su amada Marta y ahí estaba, dentro de un ataúd de
madera color caoba, la última vez que la vio ella sonreía, su melena al viento,
y ahora se encontraba sin vida. Lentamente se acercó y sintió un dolor tan
fuerte como una daga penetrando su pecho. Su cuerpo temblaba, extendió su mano
y tocó la fría piel de Marta. La madre de Marta y Jenny estaban junto a él y lo
abrazaron. Más tarde Harry, Liam, Niall, Zayn, Danielle, Perrie y Demi se
juntaron al abrazo. Todos sollozaban, uno de ellos perdía a una hija, otros a
su mejor a miga, otro a su primer amor, mientras el otro perdía a la persona
que lo hizo feliz desde el momento en que la vio, perdía a su mejor amiga, su
amante, su todo. Todos los familiares y amigos de Marta estaban ahí, lloraban
la pérdida de la alegre chica.
El ataúd de Marta fue transportado
a una carroza, en donde la llevarían al cementerio. Louis iba detrás de la
carroza en el auto del padre de Marta, junto a su madre y Jenny, las lágrimas
caían por sus mejillas mientras miles de flashbacks recorrían su mente.
Llegaron al lugar en donde yacería
Marta, luego de un discurso de parte de los padres de Marta que aumentaron el
llanto de Louis, cerraron el ataúd y descendió, ya enterrada Louis fue el
primero en dejar una flor… margarita, la favorita de Marta.
Ya anochecía y todo se retiraban,
menos Louis, seguía arrodillado junto a la lápida de Marta.
-¿Por qué me la quitaste Dios?
-miraba el cielo- Teníamos tanto que vivir juntos -agachó su cabeza- No sé qué
haré sin ti, nada tiene sentido si no estás conmigo, Marta. Te Amo y siempre te
amaré, jamás te olvidaré. Marcaste mi vida -tomó aire- Pensé que llegaríamos a
ancianos juntos, que tendríamos hijos… -la voz se le entrecortaba a medida que
hablaba- Marta, mi Marta, ¿por qué te fuiste así como así?… No estoy preparado
para dejarte ir…
Le avisaron a Louis que ya se
tenía que ir, que las puertas se cerraban, resignado tomó un taxi y le pidió
que lo dejaran en su departamento, el cual compartía contigo.
Tiró las llaves al suelo y se dejó
caer contra la puerta, lloró a oscuras, te necesitaba, no tenía ganas de nada,
no tenía fuerzas ni para levantarse, no tenía ni ganas de vivir…
Gritó a todo pulmón, no pensaba
con razón, buscó entre sus cosas y recopiló todos los medicamentos que tenía,
pastillas para dormir, pastillas para el dolor, todo. Buscó un vaso de agua y
decidido se las tomo todas, no tenía sentido vivir si no era contigo.
-Ahora podremos estar juntos,
Marta -luego de unos minutos se desmayó, su cuerpo no resistió la sobredosis de
medicamentos y comenzó a tener convulsiones, hasta que no pudo más y perdió la
vida.
____________________________________________________________________
Los vecinos preocupados por el
grito que escucharon fueron al departamento que compartías con Louis y luego de
varios intentos derribaron la puerta y encontraron a Louis tirado en el suelo,
helado, su corazón no latía.
Lo llevaron al hospital y trataron
de reanimarlo, fallaron. Buscaron en su departamento algún número para
contactar a sus familiares, su madre fue la única que pudo viajar, no fue un
lindo viaje, ver a su hijo sin vida la destruyó.
Su madre sabía el amor que te
tenía Louis y rogó porque fuera sepultado junto a ti, eso hicieron y Louis
descansó en paz junto a su adorada Marta.